La instalación como creación en el
espacio: características, tipos y casos[1]
Desde sus
inicios, las instalaciones se han planteado los límites de la obra de arte,
están ligadas a la reflexión sobre el museo, el mercado y los espacios
expositivos y vinculan la creación a un lugar específico, otorgando valor a ese
espacio y constituyéndose en él. Pueden ser permanentes o efímeras, entrañan la
participación del espectador mediante diversos procedimientos, propician
experiencias en relación con el espacio, la percepción y los significados y
pueden estar constituidas por objetos de cualquier materia y forma, pudiendo
ser incluso inmateriales o mixtas.
Ilya Kabakov distinguió tres tipos de instalaciones: las pequeñas (tipo repisas),
las adosadas a la pared cubriendo parte del suelo y las totales, que utilizan
el espacio de manera completa. Las salas de entrada o espacios previos dan
significación a estas obras: si estas se encuentran en medio del museo, se
producirá un contraste absoluto, quizá, entre un espacio puede que lujoso y una
instalación pobre; estos choques de significados son deliberadamente buscados
por el artista.
DE
KIENHOLZ A DORIS SALCEDO
Kienholz.
Portable War Memorial, 1968.
Kienholz, en Portable War Memorial
(1968), criticó la guerra de Vietnam y el estado de confort estadounidense
mediante motivos que resultan familiares al espectador y que, por tanto, le
increpan. Monumentaliza hechos que en sí no son gloriosos.
George
Segal trabajó
también con situaciones cotidianas y vaciados en yeso que representan personas
de apariencia normal y rasgos un poco indefinidos que se encuentran en un cine,
un café o frente a un semáforo. Se trata de situaciones habituales congeladas.
Así el artista alude a nuestros comportamientos mecánicos diarios en lo
relativo a relaciones interpersonales, (in)comunicación, vida urbana que trae
soledad…
Sus obras
parecen cuadros realistas puestos en pie, aunque los rostros no sean muy
precisos, característica que los universaliza.
El arte povera, uno de los movimientos que ha hecho de la instalación su gran medio de
expresión, se nutrió de materiales naturales, pobres y apenas manipulados, como
tierra, maderas, metales, trapos. Interesados por la transformación de los
materiales, sus miembros llegaron a emplear un sistema de refrigeración para
crear escarcha.
La Venus
de los trapos (1967)
de Pistoletto alude al glorioso pasado clásico, que
se confronta con un presente povera. Se trata de una copia de la Venus de Milo
en yeso pintada de dorado que se convierte en un objeto de prestigio
reconocible rodeada de un montón informe de trapos. Se contrapone el valor
supremo del arte clásico con los desechos, la producción y el consumo de la
vida diaria moderna. Una misma obra de arte reúne aquí lo perecedero y lo
imperecedero y concede valor a lo eliminado de la sociedad.
Pistoletto.
La Venus de los trapos, 1967 Boltanski.
Reserva Canadá
Boltanski, a quien podemos relacionar con el arte
povera aunque no se vinculase a ese movimiento, creó en Reserva Canadá
(1988) una instalación de pared compuesta por ropas con luces de neón entre
ellas. Los vestidos sustituyen y simbolizan a personas y la acumulación de
prendas nos invita a pensar en sus portadores, gente probablemente desaparecida
o fallecida.
Las
reservas son distintos tipos de instalaciones que Boltanski elaboró desde los
sesenta y en este caso cuidó también el tratamiento plástico de las luces que
iluminan las ropas. La colocación de las prendas rojas está bastante pensada,
como lo haría un pintor. De hecho, vista borrosamente, esta instalación puede
parecer una pintura. Hablamos de una obra bastante abierta en sus significados
y con una dimensión dramática, porque estas son ropas de los asesinados en los
campos de concentración de la II Guerra Mundial.
Two
adjacent pavilions
(1978-1982), de Dan
Graham, es una
instalación parcial, en un exterior, que involucra tanto al paisaje como a
quien transita por él. Mezcla arquitectura, escultura e instalación: distintos
lenguajes. El espectador puede entrar y salir de los pabellones, rodearlos. Su
superficie exterior es un espejo que diluye la materialidad del entorno y su
parte superior está abierta al cielo y los árboles. La contemplación de esta
propuesta supone una experiencia completa y agradable para el público, que
puede ver los cambios del día y las estaciones reflejados en los espejos.
Dan
Graham. Two adjacent pavilions
Cim del
Catiú d´ Or (1988)
es una instalación muy poética de Perejaume. La moldura de un marco pictórico se aplica a las irregularidades de
una roca. El artista aquí no pinta un paisaje, lo enmarca, y coloca a la
naturaleza como creadora.
El marco,
que normalmente pasa desapercibido en las obras, es aquí un símbolo que
condensa toda la pintura. Fue una instalación efímera, de la que solo queda
documentación.
Perejaume.
Cim del Catiú d´ Or, 1988 Joseph
Beuys. Auschwitz, 1956-1964
Auschwitz (1956-1964) es una instalación total y
muy recordada de Beuys, que utilizó aquí objetos diversos
referentes a lo que se hacía con los restos de las víctimas de los campos de
concentración. Son diseños colocados en vitrinas y la colocación que se les da
remite a la disposición de los objetos en museos arqueológicos o etnológicos.
Se convierten objetos de barbarie en objetos museables.
El mismo
artista, en Flight (1958-1985), planteó lo que, por su sentido
escenográfico, no por sus acciones, podríamos considerar una obra teatral. Esta
instalación sencilla, en absoluto hipertecnológica, consta de rollos de fieltro
gris que crean un cierre o umbral; se trata de materiales que Beuys relaciona
con lo orgánico y la energía vital. Lo que se relaciona con la grasa Beuys lo
asocia a la conservación del calor. En los sesenta Morris empleó grandes piezas
de fieltro como material plástico e informe, pero en Beuys este material tiene
un sentido simbólico y autobiográfico. En otras ocasiones, él mismo se envolvió
en fieltro, un material que permite el aislamiento, la incomunicación, y a esta
referencia alude esta propuesta.
Al haber
un piano en medio de los rollos deducimos que el espacio que demarcan es una
sala de música (Beuys era también músico). Pero aquí no hay asientos y sobre el
piano se colocó una pizarra y un termómetro que se refieren a la vida y la
muerte, la comunicación y la incomunicación. El fieltro aísla acústicamente el
lugar y, además, el piano está cerrado, no en uso. No hay sonido posible.
Ilya
Kabakov. We are living here Soledad
Sevilla. Leche y sangre
En We
are living here (1995), Kabakov trata el asunto del declive de la URSS; se
trata de una obra de albañilería y carpintería que nos produce una sensación
caótica que nos induce a no saber reconocer qué representa. Podrían ser cabañas
de obreros, pero nadie las habita.
Constituyen
el intermedio entre construcción y disolución, como metáfora del sistema
soviético que da sus últimos coletazos y a lo que se puede construir a partir
de él.
En España
las instalaciones se desarrollaron tardíamente: en los ochenta y sobre todo en
los noventa. Soledad
Sevilla, en Leche
y sangre (1986), una de sus primeras obras de este tipo, dispuso hileras de
claveles rojos ensartados en rejillas cubriendo paredes. Se fueron marchitando
durante el tiempo que duró su exposición (en la Galería Montenegro entonces) hasta
caerse al suelo, convirtiendo esta pieza en un proceso temporal.
El color
rojo alude a la sangre, la leche la simboliza el blanco del pared y las flores
son características del folclorismo español: con estas referencias, Sevilla ha
creado muros florales muy bellos sobre la feminidad.
Mona
Hatoum ha
vinculado su discurso a la cuestión palestina, la situación de la mujer, los
entornos domésticos, los derechos humanos… Habitualmente nos sitúa en ambientes
enrarecidos con una visión ambigua: emplea objetos que parecen familiares pero
resultan siniestros y generan rechazo. Aborda la enajenación, la emigración
forzosa, el desarraigo y el despojamiento de todo lo que se posee.
En Light
Sentence (1992) vemos una estructura metálica en forma de V rodeada por
otras. Parecen armarios o jaulas pero no aluden a seres vivos. En el espacio
interior del centro hay una bombilla que sube y baja proyectando sombras sobre
las paredes que van variando. Las estanterías frías y despojadas se refieren al
encarcelamiento, con una fuerte carga emocional y de compromiso.
Mona
Hatoum. Light Sentence Doris
Salcedo. La Casa Viuda.
Soliloquio
de la felicidad (2000)
de Francesc Torres es una instalación formada por lámparas de araña en
filas, en una habitación vacía donde se escuchan intervenciones del parlamento.
Las oscilaciones de luz y sonido se corresponden. La obra quiere subrayar la
vacuidad del lenguaje político, que se enreda en la madeja de un discurso sin
contenido. La luz transforma el espacio, pero este está vacío.
Nuestra
reciente Premio Velázquez, la colombiana Doris Salcedo, incidió una vez más en La Casa Viuda (1994)
en la situación de la mujer y la inestabilidad social de Colombia. Creó un
pasillo dentro de una sala donde colocó puertas cerradas hechas con material de
derribo, a modo de particulares esculturas. Una de esas puertas presenta brazos
de butaca, huesos y fragmentos de una blusa femenina. Se funden espacio
doméstico y mujer y se atrapa en esas puertas la idea de que a la mujer,
cultural y tradicionalmente, le corresponde ser un mueble.
Cuando
apila camisas de hombre planchadas y atravesadas por varas de hierro hace
referencia a la situación de violencia que se vive en su país, venganzas y
guerras de clanes.
Muebles
viejos e inutilizados son recuperados por Salcedo como vestigios de la
presencia de habitantes sin resurrección posible.
[1] Tomado de: http://masdearte.com/especiales/la-instalacion-como-creacion-en-el-espacio-caracteristicas-tipos-y-casos/
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